Nanclares de la Oca

Tampoco está claro si se trata de un topónimo antroponímico o no.

En lo que sí hay un amplio consenso es en la coincidencia etimológica con el topónimo Langara-Ganboa (Nanclares de Gamboa), también en Álava.

Con la llegada de la lengua castellana el topónimo se convirtió en el actual Nanclares.

El término Langraiz o Langraitz también tiene su origen en las denominaciones primitivas de la localidad.

Más tarde, de la misma forma que en castellano se añadió el apellido de la Oca al nombre, en la lengua local comenzó a hacerse lo propio con Oca u Oka.

A principios del siglo XXI se encontraron algunos restos romanos en la localidad; a los ya conocidos como los de Iruña-Veleia en la vecina localidad de Víllodas, se sumaron otros descubrimientos como el de una posible fonda romana donde descansaban o se cambiaban los caballos.

Existen otros documentos con compromisos concertados con La Puebla de Arganzón en 1420 y con Víllodas en 1428.

Hasta el siglo XIX contó con otra iglesia dedicada a San Martín, que desapareció por su abandono.

Además de estas iglesias contó con numerosas ermitas que fueron desapareciendo con los años.

En la segunda mitad del siglo XIX fue erigido a las afueras de Nanclares un edificio que funcionó como balneario.

El edificio permaneció deshabitado hasta que en 1914 se establecen en el recinto los Hermanos Menesianos.

Los cambios sociales y religiosos ocurridos durante el siglo XX hicieron que se transformara en el actual colegio San José de educación secundaria obligatoria con servicio de internado y residencia.

En 2011 se inauguró una nueva prisión mucho más grande, denominada Centro Penitenciario Álava/Araba, que en principio iba a sustituir a la antigua una vez se habrían trasladado los presos.

Esta nueva cárcel está situada en las faldas del monte San Miguel, en los montes de Vitoria, todavía dentro del término local de Nanclares.

Según el alcalde de Iruña de Oca, José Javier Martínez, y otras instituciones, se intentará devolver la gestión del edificio al municipio,[9]​ pero por el momento, la antigua sigue funcionando como prisión para los beneficiarios del tercer grado.

Hasta mediados del siglo XX, Nanclares ha sido un pueblo en su mayoría agrícola, ganadero y forestal.

La construcción de estas zonas industriales supusieron, junto a la construcción de nuevas viviendas en Nanclares y la cercanía a la capital alavesa, un crecimiento notable de la población en la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI.

Establecimientos hosteleros, panaderías, peluquerías, supermercados, etc. se pueden encontrar en la localidad, haciendo del pueblo autosuficiente en cierta medida.

Son tres pequeñas torres situadas a las afueras de la localidad construidas por el ejército isabelino que tuvieron una función de vigilancia, comunicación y defensa durante las guerras carlistas del siglo XIX.

Este edificio, situado en las afueras de la localidad, se utilizó como balneario en el siglo XIX (Balneario de Bolen), pero cayó en la decadencia y cerró, hasta que los Hermanos Menesianos lo compraron y lo convirtieron en convento y actualmente, también en colegio de secundaria.

Nanclares vista desde lo alto del Calero
Fuente de los Doce Caños
El Calero, durante su restauración
"El Brujo" bajando de lo alto de la iglesia.