Debido a su altura, puede ser vista desde muchos puntos de su alrededor y posee una gran notoriedad.
Es de planta cuadrada y, en su origen, exenta, ya que no estaba adosada a ninguna otra edificación, como ocurre hoy en día.
En el de Nanclares se introducía la piedra caliza y a medida que ésta iba bajando, se le podían ir añadiendo más capas por el respiradero para que no fuera necesario apagarlo.
Este horno era más grande de lo que solían ser otros, tanto por su altura como por su amplitud.
En consecuencia, podían coger más piedra caliza y el proceso era eficaz.