Friedrich Hayek

[5]​ Su obra, que comprende unos 130 artículos y 25 libros, no se limita únicamente a la ciencia económica, sino que trata desde filosofía política hasta antropología jurídica, historia o epistemología, y en general todo lo referente a ciencias sociales.Según afirmó él mismo la experiencia de la guerra fue la que le condujo a interesarse por las ciencias sociales, a pesar de que sus influencias familiares le podrían haber conducido más fácilmente hacia las ciencias naturales.Ahí desarrolló una fuerte rivalidad con Keynes y mostró beligerancia en contra de sus conceptos.Frente a la creciente popularidad del keynesianismo, Hayek confió en que las últimas objeciones de Keynes a su propia teoría influirían en sus herederos y en que sus ideas no llevarían a políticas antiliberales por ser este mismo social y políticamente liberal, dejando así el problema del ciclo económico austríaco (que implicaría una revisión del paradigma macroeconómico keynesiano) para ser resuelto por otros economistas, cosa que no sucedería durante su tiempo de vida y solo comenzaría a plantearse mucho tiempo después (véase el intento de resolución ordinal de Roger Garrison y Adrián Ravier).En 1947, Hayek participa activamente en la fundación de la Sociedad Mont Pelerin, financiada por el empresario suizo Albert Hunold.También se opuso al paradigma neoclásico (también conocido como neoclásico-walrasiano), que todavía define hoy en día el mainstream académico.Es contrario también a los economistas liberales partidarios de la teoría del equilibrio general (TEG) como Debreu.La Universidad Francisco Marroquín lo honró en 1977 con un doctorado honoris causa por su aporte a la libertad individual.Dando como ejemplo que a pesar de los altos impuestos y el gasto social, los países escandinavos obtuvieron mejores resultados en la mayoría de los indicadores, incluido el ingreso per cápita, que aquellos estados con impuestos y gastos sociales relativamente bajos como Somalia o Haití.La expansión del crédito debido a los bajos intereses hace que los empresarios inviertan en proyectos muy arriesgados y en los que nunca hubieran invertido con unos intereses más altos, y provocan una mala coordinación entre producción, consumo e inflación.Hayek, desde un principio, puso mucho interés en este tema y desarrolló los argumentos de Mises en diversos artículos durante los años 30.Estos artículos se reunieron en un libro publicado en 1935 y titulado Planificación económica colectivista: estudios críticos sobre las posibilidades del socialismo También se puede destacar El uso del conocimiento en la sociedad de 1945 e Individualismo y orden económico, que recoge ensayos publicados en 1948.Milton Friedman se describió a sí mismo como «un gran admirador de Hayek, pero no por sus finanzas».Las críticas de Hayek no iban dirigidas tan solo hacia los sistemas de economía planificada, sino en general hacia cualquier intervención del Estado en la economía, que para él significaba un socialismo progresivo.En este argumenta que los casos de Hayek sobre la idea de "orden espontáneo" son defectuosos y la ideología del libre mercado tiene, tal como la planteaba Hayek implicaciones autoritarias y totalitarias.[18]​ Hayek concluyó que el surgimiento y desarrollo de las normas morales que permitieron el surgimiento y crecimiento de sociedades extensas fue producto de un azar evolutivo aún en curso, y consideraba, entonces, el orden algo espontáneo que permite tales sociedades, algo inabarcable para la razón humana, no en el sentido de no comprender su funcionamiento, sino en el de controlar su dirección, por lo que rechazaba todo racionalismo constructivista que pretendiera guiar o rehacer racional y completamente tal evolución natural del orden social.[cita requerida] A Friedrich A. Hayek, la Universidad Francisco Marroquín, de Guatemala, le otorgó un doctorado honoris causa en 1977.A veces es necesario que un país tenga, por un tiempo, una u otra forma de poder dictatorial.Y en la segunda entrevista, Hayek sostenía que “preferiría sacrificar temporariamente a la democracia cuando no pudiera garantizar la libertad”.[2]​ Para Hayek lo fundamental es asegurar ante todo la libertad económica, anteponiendo un liberalismo autoritario a una democracia con elementos de regulación del mercado.Sin embargo, en los últimos cinco años ha tenido un revitalizamiento importante, influenciando a personas como Javier Milei y los libertarios, además de algunos grupos anarcocapitalistas.
Friedrich Hayek en 1981