La ciudad de Cortrique absorbe en su área metropolitana a ciudades como Wevelgem, Kuurne y Harelbeke.
Entre sus objetivos estaba Flandes, territorio rico y próspero gracias a su industria textil.
Los calvinistas la toman en 1578, tras el Edicto perpetuo, dos años después el 27 de febrero fue recuperada por los católicos.
Tras la derrota de Napoleón, los Países Bajos del sur ya no vuelven a los Habsburgo, sino que se produce una reunificación de los Países Bajos bajo Guillermo I, la ciudad prospera económicamente, aunque las tensiones, principalmente religiosas, provocan la escisión en 1830 del reino de Bélgica.
Cortrique tiene conexiones directas por tren con Amberes, Brujas, Bruselas, Lille, Oudenaarde, Malinas, Ostende, Ypres y Gante, existiendo varios tipos de servicios: Carretera El acceso en automóvil se hace realmente fácil, ya que a ella llegan las autopistas E17, E403 y A19.
Las autopistas tienen varias entradas a Cortrique que conectan con la circunvalación de la ciudad (R8).
Cortrique ofrece, aparte de su interés arquitectónico, museos, muchas tiendas, restaurantes y una vida nocturna emocionante con numerosos conciertos.
La ciudad puede ser descubierta en barco, en bici o bien a pie, ya que sus no muy extensas dimensiones lo hacen posible de forma agradable si uno resiste el frío con buen humor.
Cortrique conserva un casco histórico antiguo muy bien preservado, donde podemos encontrar muchas cosas interesantes.
Asimismo podemos encontrar museos en toda la ciudad, entre los que destaca el Texture y Kortrijk 1302.
A continuación se detallan los estudios disponibles, señalándose con un asterisco aquellos que gozan de especial renombre: