Antonio Palomino

El matrimonio se trasladó a la cercana calle de los Jardines, donde nació su primera hija Manuela Josefa, bautizada en la parroquia de San Ginés en 1683; probablemente fallecida poco tiempo después al no ser mencionada en ningún documento posterior.Una vez remitida esta información, Palomino y sus dos hijos varones fueron recibidos como hijosdalgo en Madrid en 1690.[1]​ En verano de 1692 Luca Giordano llegó a España para decorar las bóvedas del monasterio de El Escorial, por lo que Palomino solicitó permiso a Carlos II para acompañar al italiano en sus trabajos, mejorando y completando su formación como fresquista.[1]​ Visitó Valencia en 1697, permaneciendo allí durante tres o cuatro años pintando frescos.La última traducción al inglés se debe a Nina Ayala Mallory (en Cambridge University Press) en 1987.En sus obras se aprecia la evolución de la pintura barroca de fines del siglo XVII hacia el Rococó y, en último término, el Neoclasicismo que se impondrá en el siglo XVIII.Su estilo muestra la influencia del Barroco cortesano o escuela madrileña de pintura, que conoció durante sus estancias en la capital.Palomino cuida siempre la adecuación de sus pinturas a la temática, al encargo y al lugar al que van destinadas, suprimiendo elementos anecdóticos o secundarios en aras de la claridad, pecando a veces sus obras de cierta rigidez y envaramiento; sin embargo supo dotar a sus obras al fresco de movimiento, color y el característico decorativismo y ampulosidad del Barroco.
Alegoría del aire (hacia 1700). Museo del Prado , Madrid.