Virtudes prusianas

El padre se veía a sí mismo como un modelo moral mientras que el hijo se veía como un ejemplo de la razón para el diverso, a nivel religioso, étnico y lingüístico, estado prusiano.

[2]​ Las virtudes prusianas pueden resumirse con los versos iniciales del poema Der alte Landmann an seinen Sohn (El viejo granjero a su hijo) de Ludwig Christoph Heinrich Hölty.

Durante las protestas estudiantiles alemanas de 1968 las virtudes prusianas estaban bajo sospecha dada la previa lealtad y obediencia al gobierno nazi.

[6]​ En la Alemania moderna las virtudes prusianas se mencionan a veces y en cada ocasión reciben opiniones mixtas.

En 2006 el primer ministro de Brandenburgo, Matthias Platzeck, pidió el regreso a las, según dijo, "buenas virtudes básicas como la honestidad, la fiabilidad o la diligencia".