Suum cuique

Aristóteles distinguió en su Ética a Nicómaco dos tipos de justicia, que tradicionalmente se han denominado "distributiva" y "conmutativa".

Es evidente que, en este mundo, el poder, la distinción y la riqueza no están distribuidos equitativamente.

Aristóteles es consciente del problema de qué criterio debería aplicarse para determinar esta proporción entre A y B: “Se reconoce generalmente que la justicia al asignar debe hacerse de acuerdo con un valor ,[N 2]​ pero no todos describen este valor como la misma cosa, sino que los demócratas describen la libertad, los oligarcas la riqueza, otros la alta cuna, otros la eficiencia”.

[6]​ En el sentido político y jurídico "dar a cada uno lo suyo" la fórmula es utilizada, entre otros, por Cicerón, De legibus 1, 6 19, que recuerda la derivación del sustantivo griego νόμος (nómos, ley) de la palabra νέμειν (némein, asignar): Eamque rem (que significa: legem) illi Graeco putant nomine a suum cuique tribuendo appellatam - "Y esta cosa (la ley), como creen, lleva su nombre griego después de 'asignar a cada uno su propio'".

En las Instituciones del emperador Justiniano I se dice en la primera parte del Corpus iuris civilis: iuris praecepta sunt haec: honeste vivere, alterum non laedere, suum cuique tribuere - Los mandamientos de la ley son estos: Vivir honradamente, no hacer daño a los demás, [N 3]​ dar a cada uno lo que le corresponde (Inst.

Domicio Ulpiano en el Corpus iuris civilis, Digesto 1, 10, [8]​ dice: Iustitia est constans et perpetua voluntas ius suum cuique tribuendi (“La justicia es la voluntad constante y duradera de dar a cada uno lo que le corresponde”).

El principio romano de justicia Suum cuique se puede encontrar en edificios públicos como por ejemplo castillos, ayuntamientos y cortes.

En el Vaticano, Unicuique suum ha sido el primero de los dos lemas del periódico papal L'Osservatore Romano desde su fundación en 1861.

Platón
Cicerón
Jedem das Seine en la puerta de entrada del campo de concentración de Buchenwald