El nombre supone pensar que en la zona abundaban los lepóridos y se practicaba su caza.
En el año 1561 tuvo lugar una tala de árboles importante en la zona conocida como el Montecillo, que contaba con numerosos encinas, pinos y quejigo, tan frondoso que era habitado por gran número de lobos.
Muchas de las vías medievales aprovecharían posteriormente las antiguas calzadas romanas, y ambos tramos perduraron en la zona, quedando hasta nuestros días casi tal cual estaban.
El general árabe Tarik, enviado por Musa y primer general de su región en pisar tierras hispanas, y sus tropas anduvieron por Valtaray, un valle del lugar tal vez conocido por los romanos como Vallis Taraci, alrededor del año 711, formándose así como zona habitual de paso por árabes.
Hacia mediados del siglo XIX, el lugar tenía contabilizada una población de 825 habitantes.
De gran fama mundial son también los melones, cuya crianza ocupó al pueblo durante siglos como principal labor.
La ganadería y la caza también han sido importantes, aunque no es superada por la actividad agrícola.
Entre 1880 y 1914 se extrajo agua mineral rica en sulfato de sodio en un manantial situado en la cabecera el barranco de Villacabras, agua que fue muy popular como purgante en Francia en esa época.
[9] Acerca de cómo llegaron los famosos melones a estas tierras, corre por el pueblo una leyenda.