Consiste en sustituir la voz original de un actor por otra, en distinto idioma o en el mismo.
La música también puede ser doblada en una película después de que su edición se haya completado.
Filmes, vídeos y a veces videojuegos son doblados en el idioma local para el mercado extranjero.
En algunos países el doblaje es común en películas estrenadas en cines, series de televisión, dibujos animados o telenovelas mexicanas y/o latinas según sea su distribución en el extranjero.
Entre los países que escogieron el doblaje como forma principal de reproducción pública se encuentran España, Francia, Alemania e Italia.
[2][3] La primera película doblada al español castellano en España en conocerse fue Entre la espada y la pared (Devil and the Deep) en 1931.
[4] En España el doblaje está más generalizado desde 1932, cuando la Segunda República decidió introducirlo en Madrid y en Barcelona.
En 1938 Disney lanzó la primera película animada íntegramente en español, Blancanieves y los siete enanos, doblada en Estados Unidos.
Después del doblaje al idioma español en España y México, otros países adoptaron nuevas técnicas.
[10] Casos similares se dan en Colombia, México, Chile, Argentina, Perú, Puerto Rico, Cuba y El Salvador.
Los actores de doblaje deben buscar expresiones neutras, lo que no siempre es fácil.
En el caso de América hasta los años 2000 los más relevantes fueron las producidas en México y Venezuela.
[10][17] Sin embargo, para evitar confusión a los espectadores de otros países no suelen emplear modismos.
Casos especiales como Koni Chan, que aprovechó sus irreverentes diálogos mexicanos, tuvo éxito en Argentina pero no en México.
El requerimiento más importante en este sistema es la capacidad para editar y sincronizar con precisión la imagen al sonido.
El primer sistema experimental se desarrolló en la compañía más grande de doblaje en México, CINSA, por los ingenieros Deloy J. White, Elías Fernández O. y Oscar Rubio.
Este sistema permitió incrementar la eficacia y continuidad del doblaje a un menor coste.
Latinoamérica, como economía emergente para el mundo de los videojuegos,[22] empezó a realizar algunos doblajes en la primera década del siglo XXI.
Sin embargo esta tendencia sería minoritaria y, salvo en algún caso como el de Halo 2,[23] no llegarían a distribuirse en España.