Las cordilleras y los valles son el aspecto físico predominante de la geografía colombiana.
Los primeros pobladores también buscaron estas tierras debido a la protección que les brindaba el terreno corrugado y por esta razón la mayor parte de las tierras planas al oriente fue prácticamente ignorada y muchas áreas permanecen aún hoy inexploradas.
[cita requerida] Los valles son cuencas estructurales entre las cordilleras y no simplemente el producto de la erosión fluvial.
En muchos lugares los valles se expanden muchos kilómetros, por ejemplo en Cali y en Popayán, a pesar de que los ríos Patía y el Cauca corren en direcciones opuestas.
En otras secciones los ríos corren por entre estrechos pasajes, por ejemplo, en Honda sobre el Magdalena donde los rápidos interrumpen la navegación del río.
Este hecho, sumado al de la altitud sobre el nivel del mar (por ejemplo, el Valle del Cauca se encuentra entre los 900 y 1000 m s. n. m. de altura), ha contribuido a formar un ambiente agradable y una de las tierras tropicales más productivas del mundo.
[cita requerida] Las cordilleras crean a su vez formidables obstáculos para los desplazamientos laterales de población.
Allí se establecen las poblaciones de Santiago, Colón, Sibundoy y San Francisco.
Esta región hace parte de la gran cuenca hidrográfica del río Amazonas, al ser cuenca alta del río Putumayo, que recoge las aguas de todas las fuentes hídricas que irrigan el valle.
Se desconoce la época en que fue poblada la zona pero restos arqueológicos de cerámica en la región están relacionados con la cultura Muisca temprana y datan del siglo X.
Los principales ríos de esta región son el Machetá, el Súnuba, el Garagoa y el Batá.