Su obra fue muy comentada en revistas francesas como La Philosophie de l'avenir - Revue du socialisme rationnel y en La Société nouvelle.
Publicó muchas novelas con éxito inspiradas en el socialismo colinsiano como Tontón (1888) y sobre todo Los huérfanos (1879), reimpreso en 1890.
Sin embargo, Max Nettlau afirmó que su medio centenar de libros no poseía "un carácter social muy pronunciado".
"Demagogo" lo denominó el historiador José Álvarez Junco y "truculento" Andrés Trapiello.
En cuanto a sus ensayos fue igualmente prolífico, tratando temas como la Política, la Ética, el Cervantismo, etcétera.