Llegaron a Anatolia procedentes del Asia Central a finales del siglo X, causando estragos en los pueblos bizantinos y árabes, acabando con el califato abasí y debilitando considerablemente al Imperio bizantino con su empuje hacia Occidente.Los selyúcidas desempeñaron un papel fundamental en la historia medieval, creando una barrera para Europa contra los invasores mongoles del este, defendiendo el mundo islámico contra las cruzadas de Europa y conquistando grandes extensiones del Imperio bizantino, que perdió la mayor parte de su presencia en Anatolia.[2] En el siglo X se convirtieron al islam y migraron hacia el sur dirigidos por un jefe llamado Selyuq ibn Duqaq o Selchuk, del que procede el nombre de la dinastía.Selyuq se instaló en el curso inferior del Sir-Daria, desde donde hicieron incursiones al Irán oriental.Igualmente, Mahmûd los contuvo, pero no los aniquiló, y a su muerte (1030), aprovechando la crisis sucesoria de los gaznavíes, los nómadas selyúcidas reanudaron su avance con más fuerza.[4] Toğrül fue sucedido por su sobrino Alp Arslan (1063-1072), que fue el verdadero fundador del Imperio selyúcida, con capital en Rayy (actual Teherán).Alp Arslan conquistó Alepo (1070), Armenia y comenzó las incursiones a los territorios orientales del Imperio bizantino.Otros emiratos, situados en la frontera con los bizantinos, permanecieron independientes realizando la Guerra Santa a los griegos.