Durante el reinado del kan Ogodei, los selyúcidas de Anatolia ofrecieron su amistad y un modesto tributo a su general Chormagan.
[5] Pero con el acceso al trono turco de Kaikosru II, los mongoles comenzaron a presionar al sultán para que marchase personalmente a Mongolia, entregase rehenes y aceptase un darugachi mongol.
[6] Unos pocos nobles georgianos como Shamadavle de Ajaltsije se le unieron también, pero la mayoría de los georgianos fueron obligados a combatir junto a sus señores mongoles.
[7] Baiju desoyó el prudente aviso de sus oficiales georgianos en relación con el tamaño del ejército selyúcida, indicando que no daba para nada valor al número de enemigos: «cuantos más sean, mayor será el triunfo y mayor será el botín que consigamos», respondió.
La derrota turca dio paso a un período de agitación en Anatolia y condujo directamente a la decadencia y desintegración del Sultanato de Rum en múltiples beylicatos.