[1] Los nietos de Selyuq, Toğrül y su hermano Chaghrï, comandaban un gran ejército formado cuando su tío Arslan Isrâîl había sido mercenario de los gaznavidas, y se convirtieron en una amenaza para los territorios del sultán, Masud I.
[2] Los selyúcidas comenzaron a saquear las ciudades fronterizas, atacaron Jorasán, cruzaron el río Amu Daria y ocuparon las dos grandes ciudades de Jorasán, Merv y Nishapur, donde Toğrül se proclamó emir en 1028.
[3] La tribu empezó a hacer incursiones por todo el norte de Irán, ocupando ciudades y exigiendo un rescate por ellas.
El sultán gaznávida Masûd I (hijo de Mahmud) resolvió obligarles por la fuerza a abandonar sus territorios.
La victoria marcó el ascenso del pueblo selyúcida como una gran potencia y la decadencia del gaznávida; los primeros ocuparon Jorasán, Transoxiana y el norte de la India,[2] estableciendo el que más tarde sería conocido como Imperio selyúcida.