Brindaba el servicio ferroviario llamado “El Gran Capitan”, que unía las provincias de Buenos Aires y Misiones, teniendo como posibles 50 paradas intermedias dentro de las cuatro provincias que atravesaba (Buenos Aires, Entre Ríos, Corrientes y Misiones).
La duración total del viaje era aprox de 26 a 28 horas (si no existían retrazos) habiendo cuatro servicios semanales (dos ascendentes y dos descendentes).
A esto se agregan Coches Furgón (que permiten el envío de grandes bultos o encomiendas) y una bandeja automovilera.
A febrero de 2018 la red troncal del FCGU se mantiene interrumpida entre las estaciones Rubén Darío y Zarate, en donde la vía está abandonada.
Además, vivían e invertían luego con el dinero del boleto que adquiría el pasajero y no con dinero de subsidios enviados por el estado como era el caso de otras empresas ferroviarias que para operar si recibían dichos subsidios estatales para invertir.
TBA comenzó a operar un servicio totalmente deficiente utilizando coche motores (Series Wadloper DH-2) para unir Pilar con Apóstoles, con las siguientes particularidades negativas: sólo una vez por semana; con una formación de dos o cuatro coches motores; con comodidades no aptas para viajes de larga distancia; con una tarifa altísima ($148 que tenía TEA a $270 que comenzó a cobrar TBA) y no más salida desde Federico Lacroze sino esta vez desde Pilar, sin combinación alternativa entre esta y la ciudad autónoma de Buenos Aires.