Sin embargo, mientras que hacía eso permitió que el almirante espartano Míndaro pasase a través de su posición para llegar al Helesponto con la flota espartana (lo cual, según la valoración del historiador Donald Kagan, habría sido un error estratégico por parte de Trasilo).[3] Trasilo persiguió a Míndaro con su flota, que combinó con otros destacamentos atenienses de Sestos.Mientras estaba ahí, el rey espartano Agis II dirigió su ejército contra las murallas de Atenas, buscando asustar a la ciudad y hacerla capitular.Sin embargo, tuvo éxito en algunas de las escaramuzas que se sucedieron con los espartanos cuando estaban en retirada.[4] En el verano siguiente, Trasilo navegó fuera de Atenas con una fuerza importante con la que debería comenzar una campaña en Jonia.Tuvo un éxito inicial en asediar el territorio enemigo, pero el tremendo apoyo financiero que los espartanos estaban recibiendo del príncipe persa Ciro les permitió ampliar su flota hasta que los atenienses se vieron en grave inferioridad numérica.Los ocho generales que permanecían en Atenas, Trasilo incluido, zarparon con esta nueva flota, y no se conoce si alguno de ellos había sido nombrado comandante supremo.En la batalla, los atenienses dividieron su flota en ocho divisiones autónomas, con Trasilo al mando del ala derecha frontal.[15] En Atenas se produjo una gran tormenta política a la recepción de las noticias sobre la tragedia.Sin embargo, el festival de las Apaturias, en la que las familias debían reunirse para las celebraciones, resultó ser una gran oportunidad para sus enemigos políticos para recordar al pueblo la gran pérdida que habían sufrido, y fue utilizada para exacerbar los sentimientos contrarios a los generales.Aunque los atenienses pronto se arrepintieron de ello, fue demasiado tarde para Trasilo y sus camaradas.
Antigua
trirreme
griega. 25 trirremes atenienses fueron desarboladas o hundidas en Arginusas, y
Trasíbulo
y
Terámenes
fueron enviados a rescatar a los supervivientes.