Muros Largos

Aunque los muros largos fueron construidos en muchas localizaciones en Grecia –Corinto y Megara[1]​ son dos de los mejores ejemplos conocidos,[2]​– la frase «muros largos» generalmente se refiere a las murallas que unían Atenas con sus puertos de El Pireo y Falero.

Los muros originales de Atenas habían sido destruidos por los persas durante las ocupaciones del Ática en 480 y 479 a. C., en la segunda guerra médica.

La construcción de los Muros Largos reflejaba la estrategia que Atenas había seguido desde principios del siglo V a. C..

[5]​ Los Muros largos fueron un factor crítico en permitir que la flota ateniense se hiciera la fuerza primordial de la ciudad.

[6]​ (En la guerra griega antigua, era casi imposible tomar una ciudad amurallada de ninguna manera aparte del hambre y la rendición.)

Así, Atenas podía confiar en su poderosa flota para ponerla a salvo en cualquier conflicto con otras ciudades del continente griego.

Tratando de asegurar su ciudad incluso contra el sitio, los atenienses terminaron los Muros Largos y, esperando impedir todas las invasiones del Ática, también se apoderaron de Beocia, que, cuando ya controlaban a Megara, puso todos los accesos al Ática en manos amigas.

Los espartanos ocuparon un fuerte en Decelia, en el Ática, en 413 a. C., y situaron allí una fuerza que constituía una amenaza durante todo el año para Atenas.

A mediados del siglo IV a. C., Atenas tenía de nuevo el preeminente poder naval del mundo griego, y había restablecido las rutas de suministro que le permitieron resistir un asedio por tierra.

Muros Largos entre Atenas y El Pireo.
Muros Largos entre Atenas y El Pireo durante la guerra del Peloponeso.
Los Muros Largos que rodeaban Atenas y la unían con El Pireo (431 a. C.).