Terámenes

La controversia terminó con la ejecución de seis generales que habían dirigido la batalla.

Luego se convirtió en un miembro de la nueva oligarquía conocida como los Treinta Tiranos que Esparta había impuesto a su rival.

Fue denunciado a la asamblea oligarca y, luego, al ver que dicha institución tenía reparos en castigarle, fue ejecutado sin juicio.

Lisias le criticó vigorosamente mientras que perseguía a varios de sus antiguos aliados políticos, pero otros defendieron sus acciones.

Algunos historiadores han visto en Terámenes un oportunista egoísta, y otros un moderado con principios.

Esta intriga fue iniciada por el noble exiliado Alcibíades, quien en ese momento era ayudante del sátrapa persa Tisafernes.

En aquel momento, empezaron a desarrollarse algunos conflictos, acontecimientos que amenazaban el futuro del nuevo gobierno de Atenas.

[14]​ Los moderados, por otro lado, aunque no estaban por la labor de solicitar la paz con Esparta, en términos que pudieran mantener el poder de Atenas, estaban dispuestos a sacrificar el Imperio y la flota, y querían ampliar la oligarquía para incluir a 5000 putativos, presumiblemente incluyendo a todos hombres con estatus de hoplita o superior.

Con el desacuerdo interno aumentando, unieron estas nuevas fortificaciones a las murallas existentes para formar un reducto defendible contra los ataques por tierra o por mar, que contenía un gran almacén al que los extremistas trasladaron la mayor parte del suministro de cereales de la ciudad.

[18]​ Inicialmente cauteloso (cuando los enemigos del régimen habían sido ejecutados antes), Terámenes y su partido se envalentonaron para realizar varios acciones.

Primero, una flota peloponesia, aparentemente enviada para ayudar a las fuerzas antiatenienses de Eubea, fue ascendiendo despacio por la costa del Peloponeso.

Terámenes alegó que esta flota estaba planeando capturar las fortificaciones de Eteiona, en colaboración con los extremistas.

Aristócrates, que mandaba un regimiento de hoplitas en el Pireo, arrestó al general extremista Alexicles; enfurecidos, los jefes extremistas de los Cuatrocientos exigieron la acción, e hicieron varias amenazas contra Terámenes y su partido.

[20]​ Donald Kagan ha sugerido que esta llamada fue probablemente instigada por el partido de Terámenes'.

Poco después del ascenso del gobierno de los Cinco Mil, Terámenes navegó a dicho estrecho para unirse a Trasíbulo y los generales elegidos por el ejército de Samos.

[26]​ Llevó entonces su flota al Reino de Macedonia, donde ayudó a su rey Arquelao I en el asedio de Pidna, pero al prolongarse el asedio, navegó para reunirse con Trasíbulo en Tracia.

Trasíbulo y Alcibíades mantuvieron a los espartanos ocupados mientras Terámenes se unió a las cercanas fuerzas atenienses y luego se apuraron al rescate; su llegada precipitó una victoria total ateniense, en la que todos los barcos espartanos fueron capturados.

Terámenes y otro general permanecieron en este fuerte con una flotilla de treinta barcos para supervisar la recogida del arancel.

[31]​ Terámenes permaneció como general en 407 a. C., pero, en ese año, cuando la derrota ateniense en Notio condujo a la caída de Alcibíades y sus aliados políticos, no fue reelegido.

Por lo tanto, ocho generales, con la parte más grande de la flota, emprendieron viaje a Mitilene, mientras una fuerza de rescate bajo Trasíbulo y Terámenes —ambos querían ser trierarcas en esta batalla, pues habían servido como generales en campañas previas—, se quedaron retrasados para recoger a los supervivientes y recuperar los cadáveres para el entierro.

[32]​ En este punto, sin embargo, estalló una grave tormenta, y ambos ejércitos fueron empujados a tierra.

La gente estaba furiosa por la pérdida de tantos marineros, y por el fracaso de recuperar los cuerpos de los muertos para su entierro, y los generales sospechaban que Trasíbulo y Terámenes, que ya habían regresado a Atenas, podrían haber sido responsables de azuzar a la Asamblea contra ellos, y escribieron cartas a la gente que denunciaban a los dos trierarcas como responsables del rescate fallido.

[35]​ Los trierarcas fueron exonerados, y la cólera pública ahora se volvió contra los generales.

[37]​ Diodoro apunta que los generales cometieron un error crítico intentando culpar a Terámenes.

[39]​ Se sucedieron una serie amarga de debates y procedimientos judiciales cuando la Asamblea discutió sobre qué hacía con los generales.

Bloqueados por tierra y mar, con sus suministros de alimentos disminuyendo, los atenienses enviaron embajadores al rey espartano Agis, cuyo ejército estaba acampado fuera de sus murallas, ofreciendo unirse a la alianza espartana si les era permitido conservar sus murallas y puerto; Agis, afirmando que no tenía poder de negociar, envió embajadores a Esparta, pero allí les dijeron que, si quisieran la paz realmente, deberían llevar mejores propuestas a los espartanos.

[53]​ Este gobierno, que pronto fue conocido como los "Treinta Tiranos" por sus excesos y atrocidades, empezó rápidamente a establecer su control sobre la ciudad.

Los oligarcas estaban dirigidos por Critias, uno de los "supervisores" y antiguo exiliado, que pidió una guarnición espartana para asegurar su seguridad e inició un reinado de terror, ejecutando a cualquier hombre que pensara podría poseer la suficiente iniciativa para desafiarlos.

[58]​ Critias y sus compatriotas, teniendo en cuenta estos acontecimientos, decidieron que Terámenes se había convertido en una amenaza intolerable para su gobierno; en consecuencia, habló ante la asamblea de los 3000, y Critias denunció a Terámenes como traidor nato, siempre preparado para cambiar sus lealtades políticas según las conveniencias del momento.

Terámenes replicó apasionadamente y negó que su política hubiera sido incoherente alguna vez.

La plataforma de la colina rocosa de Pnyx , en Atenas , en dónde Terámenes y otros políticos se ponían en pie mientras hablaban. Al fondo está la Acrópolis de Atenas .
Alcibíades incitó al golpe oligárquico con la promesa de ayuda persa para Atenas si la democracia era derrocada.
Recreación moderna de hoplitas griegos.
La estrategia ateniense en Cícico.
Antigua trirreme griega. 25 trirremes atenienses fueron desarboladas o hundidas en Arginusas, y Terámenes fue enviado a rescatar a los supervivientes.
Terámenes fue arrastrado a través del Ágora de Atenas camino de su ejecución.
El historiador Jenofonte escribió una descripción mordaz de las acciones de Terámenes después de Arginusas, pero retrató su resistencia a los Treinta Terámenes favorablemente.