En el año 404 a. C., el régimen oligárquico de los Treinta Tiranos privó a Lisias y a su hermano Polemarco de todas sus posesiones.
[1][2] Lisias se ganó la vida como logógrafo, escribiendo discursos para los litigantes y transformándose en la figura más destacada de la oratoria judicial ática.
Llegó a escribir 233 discursos, de los que sólo se ha conservado una treintena.
Los más conocidos son Contra Eratóstenes (Κατὰ Ἐρατοσθένους), Defensa en el juicio contra Simón (Πρὸς Σίμωνα ἀπολογία) y Sobre el asesinato de Eratóstenes (Ὑπὲρ τοῦ Ἐρατοσθένους φόνου ἀπολογία).
[3][4][5][6] Tenía un talento incomparable para adaptar sus discursos al carácter de sus clientes.