Los logógrafos[1] (del griego antiguo λογογράφος, logográphos, compuesto de λόγος, lógos, que aquí significa «historia» «prosa», y γράφος gráphos, de γράφω grápho, «escribir») eran los historiadores y cronistas griegos anteriores a Heródoto.
Tucídides aplicó el término logógrafo a todos los que le precedieron, incluido el propio Heródoto (I, 21).
Los logógrafos escribían en dialecto jónico, con un llamado estilo imperiódico, que preservaba el carácter poético y los temas mitológicos de los modelos épicos, pero escrito en prosa.
Tras Heródoto hay menos escritores del género logográfico, mas gana algo de popularidad en la época helenística.
Otros logógrafos jurídicos famosos fueron Demóstenes, Dinarco, Hipérides, Isócrates y Lisias.