Tetronarce nobiliana

Su dieta consiste principalmente en peces óseos, aunque también se alimenta de pequeños tiburones y crustáceos.

La descarga eléctrica de esta especie puede ser bastante severa y dolorosa, aunque no llega a ser letal.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) la clasifica como especie bajo preocupación menor.

Los dientes son puntiagudos y su número se incrementa con el paso de los años, pues los alevinos tienen 38 hileras y los adultos llegan a tener 66; sin embargo, solamente las primeras filas de dientes son funcionales.

[5]​ Las aletas pélvicas son redondeadas y están ligeramente superpuestas al disco frontal.

Estas columnas actúan esencialmente como baterías conectadas en paralelo, lo que le permite a un torpedo del Atlántico de gran tamaño producir hasta un kilovatio de electricidad a 170-220 voltios, asumiendo que esté descansado y bien alimentado.

[7]​ Algunos de sus parásitos conocidos son los céstodos Calyptrobothrium occidentale y C. minus,[11]​ Grillotia microthrix,[12]​ Monorygma sp.

[16]​ Algunas fuentes sugieren que esta raya podría ser capaz de sobrevivir fuera del agua hasta un día.

Una vez sometida, la raya lleva a la presa hacia su boca con movimientos ondulatorios de su disco y la traga entera, metiendo primero la cabeza.

[5]​ Las rayas recién nacidas miden 17-25 cm de longitud, y aún tienen los orificios en el disco.

Sin embargo, un mayor peligro para los nadadores supone la desorientación que se presenta después de la descarga.

[7]​[18]​ El torpedo del Atlántico no tiene valor comercial alguno, pues su carne es flácida e insípida.

Muchos peces eléctricos, incluyendo el torpedo del Atlántico, eran usados en la medicina de la Antigüedad clásica.

[20]​ En 1800, el torpedo del Atlántico sirvió de inspiración para nombrar al arma naval cuando el inventor estadounidense Robert Fulton comenzó a usar la palabra «torpedo» para describir a las bombas que los submarinos colocaban en los barcos (aunque estos dispositivos se parecían más a las minas marinas de la actualidad).

Estas proteínas juegan un papel importante en muchos procesos neurológicos, como aquellos involucrados en el funcionamiento de la anestesia.

Descripción histórica de un torpedo del Atlántico; se aprecian los órganos eléctricos alrededor de los ojos.
El torpedo del Atlántico es capturado como presa secundaria, pero no es utilizado.