El tomate o jitomate[1] es el fruto de la planta Solanum lycopersicum, el cual tiene importancia culinaria, y es una verdura.
Siendo el tomate clasificado botánicamente como una fruta, más precisamente como una baya,[2] es comúnmente usado en arte culinario como un ingrediente vegetal o también como guarnición.
La mayor parte de su peso es agua, y el segundo constituyente en importancia son los carbohidratos.
De su contenido en vitaminas destacan la B1, B2, B5 y la C. Presenta también carotenoides como el licopeno (pigmento que da el color rojo característico al tomate).
La vitamina C y el licopeno son antioxidantes con una función protectora del organismo humano.
Es la variedad a la que habitualmente se hace referencia, en las regiones central y sur, como jitomate.
Por su parte, en países como Venezuela, Colombia y Ecuador el kétchup se denomina simplemente salsa de tomate.
Además, el kétchup contiene vinagre, cosa que la salsa de tomate no posee.
No se conoce exactamente las bases biológicas ni fisicoquímicas de estas propiedades, pero parecen directamente relacionadas con el elevado poder antioxidante del licopeno, mucho más que otros antioxidantes como la vitamina E o el β-caroteno.
Así, se han obtenido plantas transgénicas que sobre-expresan la enzima fitoeno sintasa únicamente en los frutos.
Estos tomates presentan más del doble de carotenoides, fitoeno, licopeno, caroteno y luteína que la variedad original sin transformar.
Con el 56,71 % de la producción concentrada en cuatro países: China (31,81 %), India (10,39 %), Estados Unidos (10,36 %) y Turquía (7,12 %).