Este régimen determina los derechos y responsabilidades del tenedor (que también, según la RAE, puede denominarse teniente)[2] en relación con su tenencia.
Todos los que en Inglaterra poseían tierras eran tenientes o subtenientes del monarca.
El terrateniente (landowner) es el propietario de la tierra, y no un teniente ni un tenedor, aunque la palabra se forme con la misma raíz.
De esta manera, todos los individuos, excepto el monarca, poseían tierras que siempre eran propiedad ajena, porque solo podía ser propietario el rey, también conocido como señor supremo (overlord) o soberano.
Desde entonces, estos tipos de tenencia han evolucionado hacia otras formas, como los arrendamientos y los dominios.
[10] Para hablar del problema de que unos pocos posean (sin implicar propiedad) mucha tierra, y otros muchos muy poca o ninguna, también se emplea el término "reparto de la tierra".
En varios países en desarrollo, como Egipto y Senegal, este método todavía se utiliza actualmente.
El título alodial verdadero es poco común, y la mayor parte de la propiedad de la tierra en el mundo del Derecho consuetudinario (Australia, Canadá, Irlanda, Nueva Zelanda, Reino Unido, Estados Unidos) es en régimen no restringido (el fee simple explicado más arriba).
El título alodial es inalienable, por lo que puede ser transmitido, legado, donado o hipotecado por el propietario, pero no puede ser embargado ni restringido para el cobro de impuestos o deudas privadas, ni expropiado (dominio eminente) por el Estado.
El pleno dominio no obsta para que, en la mayoría de los lugares, se deba pagar un impuesto sobre la propiedad, ni para que, si la tierra está hipotecada, exista sobre ella un derecho de retención, una carga (derecho).
El caso Mabo revocó la decisión en Milirrpum y repudió la noción de terra nullius.
Conceptos similares son el desaparecido mayorazgo y el todavía vigente hereu, en Cataluña.
[17][18] Es importante destacar que en español el leasing[19] —alquiler con opción a compra o arrendamiento financiero— se traduce al inglés como finance lease.
No obstante, esta ley permitía la transferencia de tierras para uso privado, sujeta a condiciones que incluían el «uso útil y efectivo».
«Los extranjeros no tendrán derecho a la propiedad de bienes inmuebles en Afganistán».
[24] A los inversores extranjeros no se les permite comprar tierras en China ni tener la propiedad de ellas.
Estas restricciones están contempladas en la Ley del suelo, artículos 96 y siguientes.
A los extranjeros se les prohíbe tener la propiedad, e incluso la posesión, de tierras.
[29][30] Como en muchos otros países del sudeste asiático, los extranjeros no pueden comprar tierras ni ser propietarios de ellas.
La tierra es propiedad colectiva de todo el pueblo vietnamita, pero está gobernada por el Estado.
[38][39][40] A los extranjeros no se les permite el pleno dominio de tierras en las Maldivas.
[47][48][49][50] En 2021, el presidente Kassym-Jomart Tokayev firmó una ley que prohíbe la venta y el arrendamiento de tierras agrícolas a extranjeros.
El resto, es decir el 93 %, es propiedad del Estado y se conoce como “Tierra Israelí”.
[62] Al mismo tiempo, los fenómenos meteorológicos severos provocados por el calentamiento mundial se han vuelto más frecuentes, afectando los valores de las propiedades.
Sin embargo, el profesor FH Lawson, en su Introducción a las leyes de propiedad (1958), señaló que la relación propietario-inquilino nunca encajó realmente en el sistema feudal y era más bien un «elemento comercial ajeno».
La tenencia segura de la tierra también reconoce el estatus legal del tenedor en las zonas urbanas.