Pertenece al conjunto de edificaciones mendicantes levantadas por los agustinos en el siglo XVI.
El asentamiento prehispánico del lugar quedó seguramente sepultado por el convento, como lo ponen en evidencia las excavaciones arqueológicas efectuadas en el atrio.
[6][3] Juan de Grijalva, indica que se edificó en siete meses y días.
[6] En 1901, justamente cuando la parroquia queda adscrita al Obispado de Tulancingo, se lleva a cabo una reedificación.
[19] Algunos especialistas han comentado la posibilidad de que la capilla abierta, fuera utilizada como la cuarta posa.
[19] Si así fuera, tal vez no se concluyó la referida capilla nororiente.
[20] El templo se alza sobre una plataforma elevada con una escalinata corrida, la fachada principal está orientada al poniente.
[3] El frontón está formado por cornisas clásicas; las inclinadas se apoyan en consolas góticas que limitan a la horizontal; sobre la punta del frontón encontramos un medallón circular labrado; el tímpano tiene una pintura que representa las tres cruces del Calvario.
[21] Amplias ventanas se abren en el costado sur del templo, iluminando adecuadamente la nave.
Los muros están cubiertos por una decoración delgada de aplanado en relieve, que simula sillares.
[3] Las excavaciones arqueológicas realizadas en el atrio obligaron a construir una plataforma para facilitar el ingreso al convento.
A diferencia de la entrada al templo, aquí se muestra el inicio del arco, llamado imposta.
[3] En la planta baja del claustro los capiteles, presentan pares de hojas similares al acanto.
[24] Los arcos de la planta alta también presentan una diferencia: son más rebajados, otorgando variedad a la composición.