Tamerlán

La fama de Tamerlán se extendió por Europa, donde durante siglos fue una figura novelesca y terrorífica.Para algunos pueblos, afectados más directamente por sus conquistas, su memoria, siete siglos después, permanece aún fresca, bien como destructor de ciudades del Oriente Medio, bien como el último gran líder del poder nómada.[14]​ Tamerlán visualizaba la restauración del Imperio mongol y, según Gérard Chaliand, se consideraba heredero de Gengis Kan.[15]​ Según Beatrice Forbes Manz, «en su correspondencia formal, Tamerlán continuó durante toda su vida presentándose como el restaurador de los derechos chingisidas».Justificó sus campañas iraníes, mamelucas y otomanas como una reimposición del control legítimo de los mongoles sobre las tierras tomadas por usurpadores".[17]​: 91  Al final de su reinado, Tamerlán había ganado el control completo sobre todos los remanentes del Kanato de Chagatai, el Ilkanato y la Horda Dorada, e incluso intentó restaurar la dinastía Yuan en China.Estas campañas se entremezclan con conflictos casi permanentes con la Horda Blanca y Azul cuyo territorio se extendía al norte del río Sir Daria, provocados en parte porque Tamerlán había dado refugio a Toqtamish, pretendiente del trono de esa horda.En noviembre de 1387 (Dhū'l Qa'da 789), sus tropas sofocan una revuelta en Isfahán masacrando a la población.Entretanto, Toqtamish había atacado otra vez el Cáucaso a comienzos de 1387; Tamerlán envía tropas que lo derrotan, tras lo que llevan a cabo luego una campaña contra los Kara Koyunlu, e invaden el Kurdistán.[cita requerida] Cuatro meses después toma Bagdad, derrotando al sultán Ahmad de la Dinastía Yalayerí.Tamerlán regresa lentamente hacia Samarcanda, aprovechando su paso para castigar a gobernantes insubordinados.Permaneció un tiempo en Samarcanda recibiendo embajadores extranjeros mientras impulsaba la construcción de palacios y jardines.En diciembre de 1398 (Rabī' II, 801), llega a Delhi, que es saqueada e incendiada.[6]​ Continuó su ofensiva hacia el Oeste, haciendo campaña en Siria contra los mamelucos y en Anatolia contra los otomanos que habían dado refugio a los Qara Yusuf, de los Kara Koyunlu y a Ahmad.Esta ofensiva no parece tener como fin anexar territorios, sino más bien realizar una demostración de fuerza.Por ello, la campaña de Siria fue breve; las tropas timúridas capturan varias grandes ciudades, como Alepo, Damasco y Himş (actual Homs).Luego de realizar incursiones por las ciudades anatolias, recogiendo rescates, Timür se da por satisfecho con el golpe propinado a la hegemonía otomana y regresa hacia Samarcanda en la primavera de 1404 (806) sin dejar administración permanente en Anatolia.A su paso por Mazandarán, sofocó una grave rebelión encabezada por su antiguo súbdito Iskandar Shayki.Después de unos pocos meses en la capital, comienza los preparativos para la hazaña más grande: una campaña contra China.Su cuerpo fue retornado a Samarcanda y enterrado en el mausoleo de Gur-e Amir.[25]​[26]​ Los estudios realizados por los soviéticos determinaron que poseía rasgos mezclados de mongoloide y caucasoide.[34]​Más importante aún, Tamerlán se caracterizó como un oportunista, aprovechando su herencia turco-mongol y usando con frecuencia la religión islámica, o la ley sharía, el fiqh y las tradiciones del Imperio mongol para lograr sus objetivos militares o políticos nacionales.Cuenta la leyenda que Tamerlán, herido por una flecha enemiga, encontró refugio en las ruinas abandonadas de una antigua fortaleza en el desierto.
Estatua de Tamerlán en un billete uzbeko.
Imperio de Tamerlán.
La imagen de Tamerlán reconstruida por Mijaíl Guerásimov .
Retrato de Tamerlán perteneciente a la serie Gioviana (1568).