Una inscripción grabada sobre un dintel y que estuvo en el lugar hasta el siglo XVI, copiado la primera vez en 1378 poco antes del 1448 y hoy en día desaparecido[3]·[4], nos ha transmitido el nombre del edificio, el de su constructor así como la fecha de construcción.[8] El término Tabularium podría haber sido utilizada con abuso para designar un conjunto de edificios que no todos tuvieron la misma función.El tabularium propiamente dicho desapareció rápidamente durante el Imperio, pero el término, que se encuentra en una inscripción, fue reutilizado por los arqueólogos del siglo XIX y del XX para designar a un edificio que no tiene otro nombre.[9] El edificio se utilizó para conservar las leyes, los decretos, los tratados promulgados por los magistrados y otros archivos distintos del Estado transcritos en las tabulae.Los archivos públicos necesitaban un personal especializado y son a menudo administrados por los censores luego por dos cuestores.Otros empleados, como escribas, libertos o esclavos públicos, ayudaban a registrar las leyes y decretos del Senado que no se consideraban válidos hasta que se depositaban y registraban entre las actas públicas.Se les añadía un asa de madera para que el volumen fuera más fácilmente transportable.Las copias que se hacían debían ser certificadas por el sello de siete testigos.[10] El Tabulario permitía también crear puntos de paso entre el Foro Romano y la colina Capitolina.[11] En el [[siglo I a. C.]], Roma es teatro de luchas violentas por el poder que amenazan la República.Este último acabó imponiéndose y resucitó una magistratura excepcional que había caído en desuso: la dictadura.Se cree que el edificio original disponía de dos alturas, estando la superior —actualmente desaparecida— destinada a archivo público.Estos últimos se urilizaron en la Edad Media como almacén de sal en su parte superior.Presenta una fachada sólida y monumental, con una decoración de columnas dóricas empotradas en el muro.[4] Este sería entonces el edificio mencionado en la inscripción por el término tabularium y al que la gran estructura con arcadas debe hoy en día su nombre.[17] La subestructura se eleva sobre una meseta excavada en la toba y sostiene un gran terraplén que regulariza la superficie de la colina.[14] Esta via tecta sustituye una más antigua en gran parte destruida y obstruida durante la construcción del nuevo complejo.Igualmente se recuperaron, en la parte noreste, nueve piezas, cuatro de grandes dimensiones, cuya función no está definida.Según una primera hipótesis, un último piso que debió constituir la parte principal del edificio.Esta sala comunica con la galería de arcadas del primer piso por una escalera abovedada, descubierta en el 1843, que se encuentra en la parte noreste del edificio y desemboca en la galería, al nivel de la única arcada que queda abierta.Sin embargo, sus grandes dimensiones no coinciden, el intercolumnio que resulta muy superior a la de la planta baja.[19] Inicialmente, el templo fue identificado con la construcción cuyas ruinas todavía son visibles en el jardín del Ara Coeli, en el Arx.Sin embargo, parece sorprendente que estos elementos arquitectónicos fuesen desplazado tan gran distancia.
Fragmento de una
tabula
de época romana,
SI
.
Busto del pseudo-Sila, copia de época augústea de un retrato de un aristócrata romano importante del siglo
II
a. C.
Vista del Tabulario desde el Foro. Los cimientos del edificio antiguo (
substructio
) donde la decoración se reducía a unas arcadas y columnas, sostienen hoy en día el
Palazzo Senatorio
cuya fachada es de color ocre.
Restos de subestructuras con las seis ventanas, dos de ellas modificadas tras la época antigua. Abajo solo se conservan tres arcadas de
orden dórico
del primer piso.
Reconstrucción del Tabulario con un últipo piso con arcadas, acuarela del año 1865.
Dibujo del
Foro Romano
con el Tabulario en el centro al fondo.