Las escaleras estaban localizadas en la parte central de la antigua Roma, que llevaban desde el Arx del monte Palatino bajando hasta el Foro romano.
Entre los más famosos ejecutados en este lugar están el prefecto de la guardia pretoriana Sejano y el emperador Aulo Vitelio.
Según Dión Casio, Sejano fue estrangulado y arrojado por las Gemonías, donde la masa se ensañó con su cadáver durante tres días.
Cuando las tropas de Vespasiano iban a entrar en la ciudad, el 20 de diciembre del año 69, fue arrastrado fuera del lugar donde se ocultaba, lo condujeron al Foro Romano, atravesando toda la vía Sacra, con las manos atadas, un lazo al cuello y las ropas rasgadas.
[6] Durante la época republicana, la roca Tarpeya, un abrupto acantilado en la cumbre meridional de la colina Capitolina, se usaba con un propósito similar.