Sin embargo, a lo largo de la narración, "con la mente limpia y purificada por su larga práctica del Buddhadharma", Vimalakīrti instruye con elocuencia y sabiduría a varios bodhisattvas y a los principales discípulos del Buda -en algunos casos, incluso se mofa de la ignorancia de éstos-.
[7] El traductor Burton Watson [nota 1] argumenta que el Vimalakīrti Nirdeśa probablemente fue compuesto alrededor de 100 d. C.[8] Aunque el original se perdió durante siglos, en 1999 una versión sánscrita fue recuperada entre la colección Potala del gobierno chino en Tíbet.
También fue objeto de una enérgica actividad exegética en Asia Oriental (en cambio, no se conocen comentarios indios o tibetanos).
Sin embargo, McRae señala que el Sutra de Vimalakirti nunca fue usado por esa escuela como objeto de devoción en sí mismo, y que ninguna escuela budista se formó nunca en torno a este texto -como sí ha sucedido con otros sutras célebres-, por lo que quizás no gozara de una popularidad tan grande como otras escrituras centrales del Mahayana.
[12] También Nan Huaijin consideraba que esta traducción del Vimalakīrti Nirdeśa es una pieza única de la literatura china y forma "prácticamente su propio campo literario".
[14] Estos aposentos, así como el propio abad, se conocían coloquialmente como fāngzhàng (chino: 方丈, japonés: Hōjō), o "tres metros cuadrados".
Vimalakīrti, un laico budista que es considerado un dechado de virtud, finge estar enfermo.
El sutra de Vimalakīrti concluye con alabanzas del sutra mismo, y una escena de "delegación" en la que el Buda Shakyamuni llama al bodhisattva Maitreya, que está destinado a ser el próximo Buda en aparecer en este mundo, para guardar el sutra y asegurarse de que sea ampliamente propagado.
También hay varias traducciones al japonés, coreano, mongol, y lenguas manchúes.
Circula además una versión popular en francés a partir del tibetano, realizada por el famoso erudito Étienne Lamotte.