Esta característica retardó su colonización humana y permitió que antiguamente el área se caracterizara por ser refugio de delincuentes.
Junto a ellos se hallan otros de porte medio, tales como: espinillos, molles, aguaribay o gualeguay, talas, chañares, coronillos, breas, que forman los espinillares en los bosques bajos de los suelos menos drenados.
La selva de Montiel se ve cortada por las selvas en galería, que son bosques higrófilos pertenecientes a la provincia fitogeográfica Paranaense, que se desarrollan en las márgenes de los arroyos.
Los reptiles presentes son: tortuga pintada, tortuga de arroyo común, yacaré overo, lagarto overo, yarará grande, la coral (Micrurus frontalis), musurana (Boiruna maculata), y culebras como la ñacaniná.
[6] Entre la fauna autóctona que ya no habita la selva de Montiel se halla el yaguareté, que se extinguió en la zona en las primeras décadas del siglo XX, el puma, el coatí, el pecarí de collar, y la nutria gigante o lobo gargantilla.