Su apariencia general, y tal vez en un rápido vistazo, recuerda a un cerdo pequeño, un zorro o un gran raton (motivo por el cual es equivocadamente perseguida).En la punta se encuentra una nariz desnuda de color rosado, que junto al hocico y ciertas posturas del animal, recuerda a los cerdos.Sus ojos son pequeños y oscuros, adaptados más a la visión nocturna que a la diurna, se encuentran rodeados por un antifaz de color negro que les dá un aspecto un tanto agresivo.El color del pelaje varía considerablemente debido a la amplia distribución de la especie.La anatomía de las extremidades, sumadas a las manos, hacen que esté bien adaptada a la vida arborícola, permitiéndole trepar con suma facilidad árboles, afirmando la comparación con los primates, ocurriendo aquí, un caso de convergencia evolutiva.[cita requerida] La cola es larga y desnuda, otra de las causas por las que se la confunde con los roedores.[cita requerida] Tienen en total 50 dientes, dispuestos en la siguiente fórmula: 5/4 (incisivos), 1/1 (caninos), 3/3 (premolares), 4/4 (molares).[cita requerida] Otra herencia de los marsupiales es que las hembras tienen 3 vaginas, la del medio es por donde nacen los bebés y donde finaliza el aparato urinario y digestivo,[7] mientras que las otras 2 laterales son las que actúan en la fecundación y llevan a diferentes cámaras del útero (aunque todas las crías finalmente nacen por la vagina del medio).Los machos tienen un pene bifurcado, cuyos dos glandes entran en las dos vaginas de la hembra durante el acto sexual, y otra cavidad que al igual que la vagina central de la hembra, finaliza el sistema digestivo y urinario.Este marsupial presenta habilidades bien desarrolladas para la supervivencia, las cuales le han permitido sobrevivir a la competencia impuesta por el Gran Intercambio Americano, y adaptarse a los más variados ecosistemas de Sudamérica.Es así que Didelphis albiventris habita en llanura, selva, montes, sabanas, esteros, bosques, lagunas, pantanales, y alturas de hasta 4000 m s. n. m.[7] Con esto, puede afirmarse que es el marsupial con mayor distribución geográfica en el mundo.Prefiere salir de noche, aunque no es raro encontrarla a plena luz del día.Si el peligro se vuelve más fuerte, al igual que otras zarigüeyas "se hace la muerta" y entra en un estado inconsciente, con la boca abierta, su corazón aminorado y un líquido de olor desagradable emitiéndose de su cuerpo (tanatosis).Los ejemplares muertos atraen a sus semejantes que toman la misma acción para comer su carroña, convirtiéndose en un círculo vicioso.Se alimenta de carne en general: aves, pequeños mamíferos, sapos, lagartijas, insectos varios, cucarachas, alacranes y gusanos.Una cualidad poco conocida por este marsupial, es que presenta una importante inmunidad a la mordedura de algunas serpientes como yarará y posiblemente coral.[cita requerida] Las hembras buscan pareja emitiendo un olor, cuando la consiguen e inician su fecundación, construyen una madriguera (preferentemente en el hueco de un árbol) con hojas secas y ramas.[5] Luego con la llegada de los españoles, al igual que con otros animales como el aguará guazú y el yaguareté, la especie pasó a ser combatida y en las áreas rurales aún es generalmente considerada como "enemiga".
Ejemplar adulto, se pueden apreciar sus robustas extremidades, con
manos
con pulgares oponibles.
Las poblaciones de regiones más cálidas o tropicales tienen un pelaje un tanto más rojizo.
Si se siente en peligro, abre la boca mostrando los dientes y gruñe. En esta foto, lo hace mientras está refugiada dentro de un árbol.
Al nacer con extremidades bien desarrolladas, ya desde temprana edad adquiere una gran movilidad pudiendo caminar, nadar y trepar.
Dos
zarigüeyas
bebés trepadas al lomo de la madre.
Perseguida por comerse gallinas y huevos en áreas rurales, apareciendo a menudo en áreas suburbanas como se puede ver en esta foto, temida por creerla portadora de enfermedades, su relación con ser humano suele ser conflictiva.