Sus críticos, principalmente Richard Lewontin y Stephen Jay Gould, se centran en revisar la postura sociobiológica desde la cual los genes ante todo determinan el comportamiento humano.
Características como la agresividad y el comportamiento sexual se explicarían en términos biológicos en donde el entorno social es secundario.
Una base genética para características comportamentales instintivas para especies no humanas se acepta en muchos medios científicos.
Sin embargo, pretender usar el genoma —o más cuestionablemente genes individuales— para explicar complejos comportamientos (racionales o funcionales) humanos a nivel individual y de sociedad continúa siendo extremadamente controvertido.
Los antecedentes del pensamiento sociobiológico incluyen la obra de Robert Trivers y William D. Hamilton.
En tanto, mecanismos comportamentales heredados que permiten un organismo mayores posibilidades de sobrevivir o reproducirse muy probablemente estará presente en generaciones subsiguientes.
Muchos biólogos aceptan que comportamientos hereditarios para la adaptación pueden presentarse en especies animales, pero la controversia se da en la aplicación del modelo evolutivo al ser humano, tanto dentro del ámbito de la biología evolutiva como desde la ciencia social.
Las categorías según especie consisten en la función adaptativa del comportamiento y el proceso evolutivo detrás de esta funcionalidad.
Las categorías a nivel individuo son su desarrollo y el mecanismo comportamental que se le sigue.
Les concierne entonces el comportamiento instintivo o intuitivo y se hace énfasis en las semejanzas entre poblaciones animales.
Hay una relación directa entre la cercanía genéticamente entre individuos y sus posibilidades de altruismo, como también el infanticidio en casos mamíferos por los nuevos progenitores cuando el macho-alfa se ve desplazado.
La sociobiología se ha moldeado para justificar posiciones políticas de derecha, incluyendo la conservadora Heritage Foundation contra los afroamericanos del Norte y el Frente Nacional neonazi británico.
Asegura que la sociobiología no produce directamente repercusiones ideológicas: la sociobiología se ha usado para mantener posturas muy diferentes como las de Robert Wright, Anne Campell, Frans de Waal y Sarah Blaffer Hardy.
Piotr Kropotkin había hecho argumentos sociobiológicos desde la anarquía en el texto Mutual Aid: A Factor of Evolution, haciendo énfasis el altruismo innato del ser humano.
Por ejemplo, Stephen Jay Gould y Richard Lewontin critican a la sociobiología como otra forma más de determinismo biológico.
Relacionan esta teoría con el darwinismo social, la eugenesia y las mediciones del IQ, que en los 1970s generaron controversias en su aplicabilidad a problemas humanos con alta carga ética.
A los sociobiólogos se les acusa de ser hiperadaptacionistas, encontrando explicaciones adaptativas en comportamientos que no lo son necesariamente.
Teóricos evolucionistas como Elisabeth Vrba, Richard Lewontin y Stephen Jay Gould han examinado vías no adaptativas en donde la evolución puede llevar a comportamientos particulares.
Conclusiones que sobreinterpretan los resultados se dividen cuatro argumentos principalmente: antropomorfismo, reificación, hiperadaptacionsimo y falta de respaldo empírico.
En los escenarios biológicos el antropomorfismo consiste en proveer a comportamientos animales motivaciones humanas; algunos discursos sociobiológicos caen en este error.
Aun así, hay sociobiólogos que velan contra la reforma social por promover retrasos evolutivos basados en posiciones étnicamente proselitistas, argumentando como Richard Dawkins en la extensión selección altruista a los individuos emparentados racialmente, como una forma de metafamilia.