Es un estilo de vida frecuente en las ciudades modernas, altamente tecnificadas, donde todo está pensado para evitar grandes esfuerzos físicos.
La OMS define la actividad física como cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, con el consiguiente consumo de energía.
Es necesario elaborar programas permanentes de prevención y tratamiento del sedentarismo en la población, la promoción del deporte y una sana alimentación[4] Las sociedades actuales están centradas en la industrialización y tecnológicamente muy avanzadas, buscando aumentar la productividad constantemente y promoviendo la inactividad o falta de movimiento físico, generándole mayor comodidad al empleado para que pueda realizar sus labores sin necesidad de tener un alto gasto energético, sin embargo la cantidad de energía ingerida por el empleado es mucho mayor que la que le demanda su trabajo actual.
El uso de la bicicleta, caminar, subir escaleras, moverse, distensionarse y otras actividades similares ayudan un poco a combatir el sedentarismo.
Además esta etapa de socialización se caracteriza por los cambios significativos en los intereses y experiencias que comparten.
[6] Las sociedades han optado por desenvolverse de formas muy sedentarias, donde la actividad física no es tomada como algo que sea relevante, por lo tanto el movimiento del cuerpo está acotado a mínimas necesidades cotidianas y con ello el estado de salud se ve claramente perjudicado.
Los factores más comunes son los siguientes:[3] La actividad física comprende a todos los movimientos corporales que realizan las personas con un fin, durante un determinado periodo de tiempo.
Estos movimientos aumentan el consumo de energía del cuerpo, en comparación a cuando el mismo se encuentra en reposo.
La actividad física puede ser realizada, ya sea de manera ociosa, en situaciones laborales o quehaceres dentro del mismo hogar.