Mayhew cesó como editor en 1842 y se convirtió en asesor principal de la revista hasta 1845, cuando terminó su relación con Punch.
Esta competencia llegó hasta el café Evans de Londres, donde las publicaciones rivales organizaban mesas redondas enfrentadas a diario.
[6] Helen Hoppner Coode contribuyó con diecinueve dibujos a Punch y es reconocida como su primera mujer colaboradora.
Punch compartió una relación amistosa no sólo con The Times, sino también con revistas dirigidas a un público intelectual como el Westminster Review', que publicó un artículo ilustrado de 53 páginas sobre los dos primeros volúmenes de Punch.
Punch gozaba de un público que incluía a Elizabeth Barrett, Robert Browning, Thomas Carlyle, Edward FitzGerald, Charlotte Brontë, [la reina Victoria, el príncipe consorte Alberto, Ralph Waldo Emerson, Emily Dickinson, Herman Melville, Henry Wadsworth Longfellow y James Russell Lowell.
Hacia finales del siglo XIX, la nómina artística incluía a Harry Furniss, Linley Sambourne, Francis Carruthers Gould y Phil May.
Al menos dos libros clásicos del humor inglés aparecieron por primera vez en Punch: Diary of a Nobody, y 1066 and all that.
Punch dio nacimiento a varias expresiones del inglés, como «Curate's egg» y «The Crystal Palace».