En su familia, pues, había hombres de la iglesia y buena formación intelectual, lo que repercutió finalmente, tras una vida agitada, en su tardía dedicación a la escritura: publicó su primer libro en 1975.
Luego, escribe otras novelas basadas en su experiencia directa: La librería (1978 ), finalista del Premio Booker (adaptada en 2017 al cine por Isabel Coixet) y A la deriva (1979), sobre su vida fluvial, que gana ese codiciado galardón en 1979.
Tras publicar en 1984, la biografía de la poeta Charlotte Mew (1869-1928), empezó a escribir novelas históricas.
Finalmente, La flor azul (1995), la última novela de Fitzgerald, se centra en la figura del poeta y filósofo del siglo XVIII Novalis; la autora había aprendido alemán y consultó fuentes primeras.
Otras personajes históricos como Goethe o el pensador Friedrich von Schlegel, intervienen en el relato.