[3] Su armamento estaba compuesto por un total de 112 cañones distribuidos en diferentes calibres: 12, 18, 24 y 32 libras.En esta comisión no participó el Real Felipe que se encontraba en período de alistamiento.Unidas ambas fuerzas, la escuadra combinada continuó su travesía hacia Barcelona seguida a distancia por Haddock.El día siguiente desarboló la fragata Fama por el mismo motivo y toda la escuadra tuvo que arribar para proteger a los buques averiados, pues se aproximaba la inglesa de Haddock.A mediodía, los nueve navíos que componían el centro británico con el Namur, buque insignia, a la cabeza, arribaron simultáneamente sobre los cinco españoles más avanzados de la retaguardia aliada (compuesta únicamente por españoles), con el objetivo de separarlos de la vanguardia francesa.El vivísimo fuego que hacían los cinco navíos produjeron, desde el principio, grandes averías en el Real Felipe, quedando enteramente desmantelado durante la acción, sin vela alguna, cabuyería, ni vergas mayores, herido mortalmente su comandante Geraldino, herido también Navarro y con muchas bajas en la dotación.Al estar el brulote ardiendo, el Real Felipe echó su falúa al agua por orden del ya herido por segunda vez y retirado comandante, dotándola con oficiales y gente de valor.En esta disposición ya pudo el Real Felipe dispararle algunos cañonazos por las portas de popa, y logró al último tiro útil que le quedaba echar a pique el brulote, pereciendo en él toda su tripulación, al tiempo que incendiados ya todos sus fuegos distaba medio tiro de pistola del navío, donde metió algunos artificios, que tuvo la fortuna de apagar.Continuó el combate por espacio de una hora entre los navíos españoles Halcón, San Fernando, Brillante, Santa Isabel y Soberbio que apoyaban al Real Felipe por una parte, y por otra, los siete navíos ingleses del centro de Mathews, empeñados en acabar con la insignia de Navarro.[2] Esta embarcación apareció en un sello dedicado a los barcos de época españoles.