Era un gesto tradicional en la antigua cultura persa, consistente en enviar un beso, inclinarse o postrarse ante una persona de rango superior.
De acuerdo con su rango, los súbditos del rey debían postrarse, arrodillarse, arquearse o lanzar un beso hacia él.
[3] El estratego ateniense Conón se negó, entre otros coetáneos, a este acto humillante y repugnante para un griego, según refiere Marco Juniano Justino:[4]
La proskynesis (latín: adoratio) estaba entre los ritos religiosos de los griegos y romanos.
[6] Se suele pensar que el emperador Diocleciano (284-305) introdujo la práctica en el Imperio romano, rompiendo con las instituciones republicanas del Principado, que conservaban la forma, aunque no la intención, del gobierno republicano.