Principado de Capua

El principado de Capua (en latín: Principatus Capuae o Capue) fue un estado lombardo en el Mezzogiorno italiano, generalmente independiente de facto entre los siglos IX y XII, pero bajo vasallaje nominal del Imperio bizantino unas veces, y otras, del Sacro Imperio Romano Germánico.

Con esta acción los árabes empezaron a intervenir en los asuntos peninsulares italianos, invitados por los gobernantes lombardos, llegando al cabo de veinte años a establecerse en las costas del sur de Italia, como por ejemplo en Bari.

Atenulfo I introdujo el principio de corregencia, por el cual los hijos podrían ser asociados al gobierno de los estados con sus padres y hermanos, un principio que pronto tomó prestado Salerno.

Bajo los hijos de Landulfo el Rojo la unión de Capua y Benevento se rompió, con Pandulfo Testa di Ferro rigiendo por separado en Capua y Landulfo III en Benevento.

En la última década del siglo X, Capua experimentó desórdenes que debilitaron aún más su poderío, con un príncipe asesinado, otro desposeído por el emperador Otón III y un tercero depuesto por sus ciudadanos.

Así, Capua y Benevento se unieron brevemente por última vez como principados lombardos.

Originalmente fue un aliado de los bizantinos y mantuvo su alianza con ellos contra todos sus vecinos hasta el final.

Su carácter personal, sin embargo, lo involucró en una guerra con Guaimario IV de Salerno, en la que perdió sus principados al ser depuesto por el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Conrado II, que los cedió a su enemigo Guaimario IV.

Ricardo incrementó inmediatamente su prestigio con el título principesco y también su poder gracias al aumento territorial que vino a ponerse bajo su autoridad.

Mapa de Italia mostrando el principado de Capua tal y como aparecía hacia el año 1000 de nuestra era.
La península itálica en 1084.