En consecuencia, a la muerte de Gisulfo en el 977, Pandulfo y su hijo administraron conjuntamente Salerno.
Pandulfo padre falleció a su vez en marzo del 981 y el gran principado de Salerno se repartió entre Pandolfo II (que gobernó solo en Salerno) y su hermano mayor Landolfo IV, a quien le correspondieron Capua y Benevento.
Manso logró luego que el emperador Otón II ratificase su posesión de Salerno.
Pandolfo nunca regresó al principado: en el 982 fue a ayudar a su hermano, que se había refugiado en Capua después de una revuelta.
Luego los dos hermanos se unieron al ejército del emperador en Calabria.