Pony car

Pony car es una clasificación de automóviles estadounidense que se aplica a cupés o descapotables relativamente asequibles, compactos y con una imagen "deportiva" u orientada al alto rendimiento.

[1]​[2]​ Entre sus características comunes se incluyen la tracción trasera, un capó largo, un maletero corto, una amplia gama de opciones para individualizar cada automóvil y el uso de piezas producidas en masa compartidas con otros modelos.

La popularidad de los pony cars se debe en gran medida al lanzamiento del Ford Mustang en 1964.

[7]​[6]​ En consecuencia, la Budd Company se puso en contacto con la American Motors Corporation (AMC) para presentarle el prototipo denominado Budd XR-400, basado en un AMC Ambassador de dos puertas de 1962 con un chasis acortado y la carrocería desplazada hacia atrás 16 plg (406 mm) para permitir alojar un capó más largo.

El coche fue criticado por no distinguirse suficientemente del Valiant, y su estilo provocó reacciones encontradas.

[13]​ En Ford, el ejecutivo Lee Iacocca había encargado estudios de mercado que sugerían que si se podía ofrecer un automóvil deportivo de aspecto único a un precio asequible, encontraría muchos compradores.

Su aspecto exterior estaba marcado por "un capó largo, y una capota corta".

Sin embargo, cuando quedó claro que el propio Corvair estaba condenado, se introdujo el Chevrolet Camaro, un modelo más convencional basado en el Nova del año 1967, construido sobre la nueva plataforma de carrocería F de GM, un diseño con motor delantero convencional.

[29]​ El Dodge Challenger, esencialmente un Barracuda agrandado, se unió al ya abarrotado segmento en 1969.

[37]​ Al igual que el Mustang, el Celica se fabricó utilizando la plataforma de un automóvil económico; aunque era 23 pulgadas (580 mm) más corto que el Mustang y no ofrecía un motor V8.

En 1970 los compradores ya se estaban alejando de los pony cars, trasladando sus preferencias a los coches compactos más pequeños o a las versiones más lujosas de los turismos convencionales.

[41]​ En 1972, los deportivos pequeños importados estaban aumentando en popularidad y los pony cars norteamericanos ya no se vendían bien.

La crisis del petróleo de 1973 dejó a los modelos grandes y pesados fuera el mercado.

Los pony cars de GM (el Chevrolet Camaro y el Pontiac Firebird) casi llegaron a cancelarse, pero finalmente permanecieron en producción.

Chrysler Corporation, acosada por problemas financieros, no revivió el pony car, sino que ofreció cupés más pequeños como el Dodge Daytona y el Chrysler Conquest (un Mitsubishi Starion con los emblemas modificados) como sus modelos deportivos.

American Motors Corporation permaneció ausente del segmento, aunque el subcompacto AMC Spirit de 1979 se comercializó como un competidor de las versiones con puerta trasera del Ford Mustang.

La quinta generación del Ford Mustang lanzada en 2005, era el único pony car que quedaba en el momento de su presentación.

El primer pony car con tracción a las cuatro ruedas fue el Dodge Challenger GT de 2017.

Ford Mustang de 1965
Chevrolet Corvair Monza de 1964