[2] Al menos dieciocho olas de peste se extendieron por la cuenca del Mediterráneo hacia áreas distantes como Persia e Irlanda entre 541 y 750.
[4] La pandemia fue recurrente en torno a los puertos del Mediterráneo hasta aproximadamente el año 750, causando un gran impacto en la historia de Europa.
Historiadores modernos le dieron su nombre en referencia al emperador romano Justiniano I, que regía entonces el Imperio bizantino.
Según algunos historiadores del siglo VI, la plaga epidémica tuvo repercusiones a nivel mundial, atacando Asia, África y Europa.
Posteriormente, estas investigaciones se hicieron con cadáveres del siglo VI, encontrados en Alemania, llegando a la misma conclusión.
Los mercaderes árabes se casaban con las mujeres locales e importaban a la zona grano, vino, productos de hierro y vidrio.
No obstante, otros puertos importantes eran Opone, que es la actual ciudad de Ras Hafun, Essina y Toniki en Somalia.
Opone estaba estratégicamente situada en una isla conectada a las costa por una barrera arenosa y tendría cientos de habitantes.
Esta ciudad fue abandonada durante el siglo VI, fecha en la que se datan los últimos restos cerámicos.
Hasta esta fecha fue un centro importante donde pasaban las rutas comerciales del Mediterráneo, la India y África.
Por otro lado no hay evidencias de peste bubónica en las estepas asiáticas hasta bien entrada la Edad Media.
Estas perturbaciones explicarían los anomalías climáticas que se observan en algunos lugares como Britania del año 535 al 555.
Destacan las descripciones que realizaron varios autores contemporáneos sobre cómo la enfermedad afectó a la capital del Imperio, Constantinopla.
Después de devastar Pelusium, siguiendo los canales comerciales habituales, la epidemia se desplazó a Alejandría.
Juan de Éfeso intenta señalar, sobre todo, la rapidez del contagio, siendo en los centros públicos como iglesias y mercados donde había más víctimas.
No obstante, este historiador señala que algunas personas conseguían recobrarse aunque solían morir por infecciones posteriores.
El principal problema en la capital, según el autor, eran los cuerpos sin enterrar de las personas que se morían en las calles, en las iglesias, en los porches y en las esquinas.
El historiador bizantino Procopio de Cesarea registró que, en su clímax, la peste llegó a matar hasta 10.000 personas diariamente en la ciudad, aunque esta cantidad no se puede comprobar.
Juan señala cómo había diversos barcos que se dedicaban a sacar los cuerpos de la ciudad y colocarlos en lugares especiales escogidos para ello.
Justiniano dio a Teodoro grandes cantidades de dinero e instrucciones precisas para realizar esta tarea.
Con este producto se realizaban tablas para escribir, juguetes, relicarios y otras obras de arte.
El primer brote aparecería en torno a 540 - 541 y duraría hasta 547 - 548, dependiendo de las cronologías que se utilicen para datar la epidemia en las islas británicas.
Este brote sería especialmente grave durante la primavera del año 558 en Constantinopla muriendo muchas personas.
[18] Juan de Éfeso describe cómo afectó al medio rural y urbano la epidemia, debido a que señala cómo los campos se quedaron abandonados al igual que el ganado, es decir, el medio rural quedó muy afectado.
[23][23] En general, según las estimaciones más recientes, el Imperio bizantino reduciría su tasa impositiva durante el siglo VI - VII, aproximadamente en un tercio.
[23][33] El primer brote de peste provocó una mayor austeridad en la corte bizantina, como se puede observar en el ceremonial y en el vestuario utilizado.
También permitió diversas Invasiones bárbaras, iniciadas por distintos pueblos que formarían nuevos reinos y estados.
En el año 545 cuando los territorios imperiales habían salido recientemente del primer ciclo de esta plaga, los eslavos lanzaron otra gran invasión.
En 586, estos pueblos, saquearon las zonas de Grecia y asediaron Tesalónica, considerada la segunda ciudad más importante del Imperio.
Una obra clásica es la realizada en 1969 por Jacques Le Goff y Jean-Noël Biraben relacionados con la escuela de los annales.