En cualquier caso, Lorre interpretó su papel en M, el vampiro de Düsseldorf con poco entusiasmo —según Méndez-Leite.
Lotte H. Eisner destaca Der Verlorene (El hombre perdido, 1951) entre las pocas películas alemanas que intentaron recoger las ideas del cine expresionista.
Moto, un detective japonés que resolvía misterios en el exótico Oriente, basadas en las novelas del escritor John P. Marquand.
En julio de 1934 fue contratado por la productora Columbia Pictures para interpretar al científico loco en el filme Las manos de Orlac (1935), pero se pasó a la productora 20th Century Fox porque se sintió encasillado en sus roles, sentimiento que le persiguió durante toda su carrera como actor.
En 1939 emigró definitivamente a Estados Unidos junto al director austríaco Billy Wilder y se convirtió en actor de reparto de la productora Warner Bros., haciéndose famoso por sus apariciones en El halcón maltés (1941), como Joel Cairo y en Casablanca, donde interpretó al malhadado Ugarte, personaje clave en la trama.
Debió volver al teatro por un tiempo, hasta que las productoras se acordaron de él.
Y, en especial, la influencia de quien le lanzó al estrellato, Fritz Lang, casi tan poco afortunado como él tras su regreso a Alemania.
crearon una caricatura-personaje inspirado en su peculiar fisonomía que protagonizó algunas películas animadas junto a Bugs Bunny.
Otros filmes suyos muy populares fueron Arsénico por compasión (1944), 20.000 leguas de viaje submarino (1954) y La vuelta al mundo en ochenta días (1956).