Lunfardo

En 1879 el comisario Benigno Lugones publicó un artículo[5]​ en el diario La Nación en el que también se daban ejemplos del léxico, entre ellos el primer verso lunfardo que se conoce: Originariamente esta jerga fue empleada por los delincuentes y pronto lo fue por la gente de las clases baja y media baja.

Sin embargo, ya a inicios del siglo xx el lunfardo comenzó a difundirse entre todos los estratos y clases sociales, ya sea por la habitualidad de su uso, porque era común en las letras de tango, o ambos motivos.

También, y mucho más recientemente (desde la década de 1990), en Perú se usan algunas palabras lunfardas.

[6]​[7]​ Oscar Conde cita esa frase y comenta: "A conciencia o no, el viejo Borges decía una porción de verdad porque si bien Gobello no inventó el lunfardo, sí "inventó" en cambio el estudio del lunfardo".

El lunfardo más cerrado comenzó como lenguaje carcelario de los presos, para que los guardias no los entendieran, a fines del siglo xix.

Muchas de sus expresiones llegaron con los inmigrantes europeos; en tal caso, cuando ocurre una mezcla de lenguas españolas e italianas en el área rioplatense, se produce el cocoliche, del que derivan muchísimas palabras lunfardas.

También es frecuente la mezcla del lunfardo con el vesre, modalidad que permite la generación de nuevas palabras alterando el orden de las sílabas (por ejemplo: mionca, por camión, o para más comunes ejemplos, «tango» es gotán, «pantalón» es lompa).

[15]​ Conde resume: Conde afirma que todo lunfardismo es argentinismo, pero no es fácil establecer la diferencia entre ambos y así no pertenecen al lunfardo «bombacha (prenda interior femenina), campear, corpiño, factura, feta, milanesa, empanada, colectivo, pedregullo, yuyo», porque «no revelan, como suele suceder en el lunfardo, una actitud ni lúdica ni transgresora».

[18]​ También dice que se podría cuestionar la inclusión en el lunfardo de palabras del habla popular como «abrochar, aguante, bagarto, bardear, canuto, canyengue, curtir, fisura, joya, moco, partusa o psicopatear».

[19]​ Los sonidos del lunfardo se nutren principalmente de las lenguas de Italia, especialmente las septentrionales, debido a que en Buenos Aires la colonia italiana es muy extensa y ha dejado una importante herencia léxica.

Por último, las voces de procedencia jergal que representan una porción considerable dentro del conjunto: son 24 %.

Ejemplos: El principal recurso del lunfardo consiste en emplear palabras desplazadas semánticamente de lo que significan en español.

Ejemplos El recurso lingüístico en el cual una misma palabra tiene varios significados también es utilizado con frecuencia por el lunfardo.

Ejemplo: El lunfardo se inspira en las siguientes modalidades léxicas: a) La metonimia: Tropo que consiste en designar algo con el nombre de otra cosa tomando el efecto por la causa o viceversa, el autor por sus obras, el signo por la cosa significada.

Sin embargo lo más probable es que la palabra proceda de formas dialectales antiguas usadas tanto en España como en Italia en donde significa «pescar con tranquilidad».

Por ejemplo, la palabra «leones», para referirse a los pantalones, ha mutado –a través de «leoncios»– en liensos.