También se habla de formas «verlanizadas» para caracterizar los vocablos nacidos bajo la influencia del verlan.
Destacan cuatro fases de formación, aunque las excepciones son muy abundantes.
De ellas, solo la tercera (la inversión) está presente en todas las palabras en verlan, pues es la característica determinada de este argot La inversión característica del verlan no solo se aplica a los vocablos individualmente, sino que se manifiesta del mismo modo en expresiones y conjuntos de palabras.
Este recurso suele utilizarse cuando un término en verlan ya está lo suficientemente extendido entre todas las capas sociales y pierde su carácter juvenil o reivindicativo.
Un ejemplo de reverlanización: la palabra francesa «arabe» se verlanizó en «beur» (también en el vocablo «rabza», menos usado), pero su rápida extensión y su carácter ofensivo hicieron que los propios hablantes de verlan reverlanizaran en «rebeu», dando lugar a un nuevo término.