Lengua (lingüística)

La lengua doblemente articulada no es más que un medio de comunicación (lenguaje) entre otros.Desde una perspectiva sociolingüística (estudio del lenguaje en sus relaciones con las sociedades), el vocablo «lengua» engloba todo idioma que cumpla dos funciones sociales fundamentales: la «comunicación» (es a través de este instrumento que los actores sociales emiten e intercambian sus ideas, sus sentimientos, sus pensamientos, etc.), y la «identificación» (en su doble aspecto individual y colectivo, la lengua sirve de marcador de identidad, en cuanto a las características del individuo y sus pertenencias sociales).De modo secundario, pueden llamarse dialectos 'las estructuras lingüísticas, simultáneas a otras, que no alcanzan la categoría de lengua”[4]​ Con respecto a los dialectos, el filólogo y dialectólogo establece que todos los dialectos que existen o existieron surgen de una forma distinta e incluso algunos se convierten en lenguas, como lo fue el caso del castellano, italiano y francés.Teniendo esto en cuenta, en el concepto de dialecto se distinguen dos momentos: su nacimiento y su estado actual.Los múltiples intentos de los filólogos y lingüistas dedicados específicamente al tema de dialecto e idioma como entidades lingüísticas, han concordado en que no es posible establecer criterios aceptados universalmente para distinguir la lengua del dialecto.Los criterios actuales establecidos para identificar las características de las distintas variedades lingüísticas son, sobre todo, vistos desde un ámbito sociolingüístico más que uno estrictamente filológico, como solía hacerse antes.Es posible «resucitar» lenguas muertas, al menos en ciertos casos, como lo muestra el ejemplo del hebreo.Por ejemplo, el sistema fonológico de las lenguas está en evolución constante, y es estudiado por la fonética histórica.Y en ciertas regiones, como por ejemplo Australia o América, ese porcentaje podría elevarse del 50 % hasta incluso el 90 %.[11]​ Al inicio del 2008, la ONG Survival International estimó que una lengua indígena desaparece cada dos semanas.[17]​ Una lengua es considerada amenazada,[18]​ si se arriesga a no tener más locutores hacia el fin del siglo XXI.Una lengua que pareciera ser sólida, pues hoy día es utilizada por varios millones de personas, bien podría estar amenazada.Este es particularmente el caso de las lenguas quechuas en América del Sur, pues hoy día pocos jóvenes la aprenden.Muchas veces, los propios hablantes de una lengua tradicional consideran que hablar la misma es un «incoveniente» para la integración en la sociedad y para encontrar un trabajo.Y cuando se instala este sentimiento en la juventud, la suerte de la o las lenguas involucradas está prácticamente echada.Esta última categoría generalmente tiene por motivación u origen más un interés lúdico o incluso literario, que una verdadera funcionalidad lingüística (a pesar de que las lenguas de esta categoría bien pueden llegar a ser funcionales).