Una lengua de trabajo es una lengua a la que se le confiere un estatus legal en una compañía supranacional, sociedad, Estado, órgano u organización como su principal medio de comunicación.
Las seis lenguas oficiales de las Naciones Unidas son el árabe, chino, español, francés, inglés y ruso.
Por debajo de estos tres seguían el ruso (10%), árabe (7%) y chino (3%).
[1] De las treinta agencias de las Naciones Unidas, los siguientes eran los idiomas oficiales más comunes como lengua de trabajo: La Unión Europea tiene 24 lenguas oficiales y de trabajo: alemán, búlgaro, checo, croata, danés, eslovaco, esloveno, español, estonio, finés, francés, griego, húngaro, inglés, irlandés, italiano, letón, lituano, maltés, neerlandés, polaco, portugués, rumano y sueco.
En la Comisión Europea las tres lenguas de trabajo son el alemán, francés e inglés.