Paulo V

El nuevo papa era un hombre muy reflexivo, nada precipitado, que solucionaba los asuntos tomándose mucho tiempo.

Su interés cultural se manifestó en el enriquecimiento de la Biblioteca Vaticana y en su pasión por el arte.

Durante su pontificado canonizó a San Carlos Borromeo y santa Francisca Romana.

Durante su papado se fundaron buen número de institutos para la educación y la caridad.

En el Sacro Imperio Romano Germánico, en los inicios de la Guerra de los Treinta Años, Paulo V exhortó a los poderes católicos a la guerra contra el protestante Federico del Palatinado, prometiéndoles ayuda.

A inicios de su pontificado, la insistencia del nuevo papa sobre la jurisdicción eclesiástica le ocasionó disputas y enfrentamientos con varios Estados, sobre todo con los venecianos.

[6]​ Los venecianos respondieron con la expulsión de los jesuitas, teatinos y capuchinos, no así del clero secular que había hecho causa con la República.

Para solucionar el conflicto fue necesaria la mediación de España y Francia pero no en el terreno militar, como demandaba el papa, sino en la vía diplomática ya que ambos estados se negaron al envió de tropas en apoyo del pontífice.

[9]​[10]​ En la capilla intervinieron los artistas Camillo Mariani, Stefano Maderno o Ludovico Cardi, entre otros.