[5] Bajo las aguas del embalse de Yesa se hallan varios yacimientos arqueológicos, como la necrópolis tumular del siglo V antes de cristo, puentes, villas romanas, etc. entre los que se encuentra un tramo de la vía romana que iba desde Caesaraugusta, actual Zaragoza, a Bearne en Francia, atravesando el puerto de Somport.
[6] La presa está situada a 400 m del núcleo urbano de Yesa en dirección norte.
Tiene dos tomas para la central hidroeléctrica y otra para el canal de Bardenas.
Se sitúan en el lateral izquierdo a un lado de la presa.
En las estribaciones orientales del embalse, en la orilla sur del río Aragón, justo en vía que une Jaca con Lumbier y es la entrada al valle del Roncal, se ubica la el yacimiento del asentamiento romano de El Forau de la Tuta o Campo de la Virgen[8] El aprovechamiento del río Aragón se ha planteado desde la Edad Media: ya en 1498 se propuso al rey de Aragón Fernando el Católico el desvío de aguas de ese río para usarlas como regadío por parte del Concejo de Tauste.
En 1880 se decretó la nulidad de la concesión, puesto que no habían dado comienzo las obras.
Este proyecto lo realizan los ingenieros Cornelio Arellano, primero, y Manuel Abascal después, terminándolo en 1912.
Ese mismo año el Servicio Agronómico de la Confederación Hidrográfica elabora y publica un estudio en el cual prevé la conversión del regadío en régimen intensivo de 80 000 ha y otras 30 000 en régimen semi intensivo.
Para entonces ya se habían solventado los problemas que habían surgido con el asentamiento del estribo derecho y las dudas sobre el aforo de las aportaciones.
En 1933 se rescindió el contrato a los constructores por diferentes problemas.
Para esa fecha ya estaba en construcción el Canal de Bardenas.
Definitivamente queda designadas las utilidades que se le van a dar al agua de Yesa que son las mismas que se habían previsto en el proyecto de Félix de los Ríos, pero se rebaja la superficie regable a 110 000 ha.
En 1983 se presenta un primer proyecto que pretende lograr un nuevo embalse con una capacidad de 1525 hm³ (el triple que la actual) haciendo del mismo un embalse hiperanual (cuyo ciclo es superior a una campaña).
Este proyecto fue desestimado por la Dirección General de Obras Hidráulicas.
Señalan también que hay graves problemas geológicos, en especial en la ladera izquierda del Aragón que podrían llegar incluso a afectar a la integridad de la nueva presa.
Entre la polémica surgieron varias propuestas de alternativa al recrecimiento del pantano.
En 2004, la Fundación Nueva Cultura del Agua presenta una alternativa sostenible al recrecimiento de Yesa que ofrece una garantía de suministro aceptable a los requerimientos agrarios de Bardenas, presentes y futuros, más económica, con menor impacto medioambiental y que genera una menor conflictividad social.
Otra propuesta fue la de rebaja de cota del recrecimiento limitándolo a una cota entre 510 m y 512 m lo que dejaría la capacidad del embalse en 1100 m³.
Esta propuesta se completaría con otras pequeñas actuaciones tendentes a mitigar los daños causados, como la construcción de un muro que rodearía Sigüés.
Esta característica eólica hace que sea muy propicio para la navegación a vela, en especial con embarcaciones ligeras y windsurf.
Algunos de los pueblos que se encuentran a la orilla del Aragón se encuentran abandonados desde que la construcción de la presa y el posterior llenado del embalse anegaran las tierras de cultivo del valle.
Igual sucede en Ruesta, que ha sido cedido para su explotación al sindicato Confederación General del Trabajo de España.
La Confederación Hidrográfica del Ebro posee cerca del 20 % del terreno cultivable que ha gestionado unilateralmente hasta 1983 que cedió esas tierras a los municipios de Artieda, Mianos y Sigüés por un periodo de diez años.
La ganadería se centra en el sector ovino con un número aproximado de 5000 cabezas repartidas en seis rebaños.
Actualmente es posible plantar frutales y olivos por un cambio que se produjo en las ordenanzas en el año 2007.