Los restos de Acín, hoy en completa ruina e invadidos por la vegetación, se encuentran en el valle del río Ijuez, afluente del río Aragón, en la Garcipollera, a escasa distancia del cauce de dicho río.
Sobre la margen del río, se encuentra un área recreativa comunitaria.
El nombre de Garcipollera proviene de haber sido conocido como vallis Cepollaria en la época romana, que en castellano se traduciría como valle cebollero.
La población se divide en dos barrios separados por el rio Ijuez, teniendo el barrio bajo, también conocido como "o barrión pequeño", las casas d'a Inés, Miguela y Francho, mientras que en el barrio alto las viviendas se distribuían en dos calles llamadas "de la Iglesia" y "de la Fuente".
En el fogaje de 1495 de Fernando II se le adjudicaron cuatro fuegos mientras que Madoz en el 1845 menciona nueve casas habitadas.