Está a orillas del río Aragón junto al embalse de Yesa que lo inunda en parte.
De lo que era el antiguo pueblo solo queda la parte alta del mismo ya que la baja ha desaparecido bajo las aguas, al igual que la mayor parte de su término, junto con los de Escó y Ruesta.
La construcción del pantano llevó a la expropiación por parte del régimen de todo el pueblo, incluidas huertas y tierras de cultivo, a excepción de dos vecinos que se quedaron en el pueblo hasta el día de su muerte.
Actualmente, sus antiguos vecinos y descendientes están luchando por la reversión y la reconstrucción del pueblo, siguen con la esperanza de que un día la justicia les de la razón, ya que, fue el alcalde de Sigües quien compró Tiermas en 1982 con una subvención que le dio la propia diputación de Zaragoza, y que a día de hoy recibe cuantiosas subvenciones para su mantenimiento mientras tiene el pueblo el más absoluto abandono.
[1] En esta temporada se resucita el viejo espíritu de la toma de aguas que se viene realizando desde tiempos inmemoriables y son muchas las gentes que acuden a este punto a realizarla.