[cita requerida] En su juventud y estadía en el Internado Nacional fue de tendencia radical, para posteriormente unirse al Grupo Universitario Radical durante su estadía en la Universidad de Chile, pero después se convertiría al trotskismo.
[3] Sus acciones consistieron en la participación en marchas y los cacerolazos, en los cuales sus integrantes recibieron preparación paramilitar para los enfrentamientos contra los movimientos izquierdistas como el MIR.
[nota 1] El FNPL, liderado por Rodríguez, basa su ideología en el nacionalismo de carácter corporativista, anticomunista e integrador, buscando transformar a Chile en el ámbito político, económico y social.
Vivió dos meses en Quito, y volvió a Chile en forma clandestina desde Argentina poco antes del 11 de septiembre.
[4] Al iniciarse la dictadura militar encabezado por el general Augusto Pinochet, Rodríguez disolvió Patria y Libertad y optó por apoyar al nuevo régimen en el ámbito jurídico para poder ganarse la confianza del gobierno, si bien discrepaba abiertamente de su política económica.
Sin embargo, pese a sus esfuerzos, no logró influir en las políticas del régimen, siendo desplazado en gran parte por los gremialistas de Jaime Guzmán y los neoliberales.
[cita requerida] Tras una gira por Europa en 1974, Rodríguez se reúne con Pinochet y le pide reprimir a la Democracia Cristiana.
Desde entonces no ha tenido ninguna participación política, dedicándose únicamente a su profesión jurídica y docente.
La noche de 1989, en que Patricio Aylwin ganó las elecciones presidenciales, Pinochet convocó a una reunión urgente en La Moneda.
Entre sus estrategias judiciales estuvieron acreditar la inocencia del general Pinochet en los delitos por los que se le acusaba, alegar la prescripción de aquellos delitos, y también certificar que el estado de salud del general le impedía ser sometido a proceso.
Sin embargo, un movimiento estudiantil impidió este nombramiento en rechazo a su posición política, luego de lo cual Rodríguez, junto con varios otros profesores del ala más conservadora —como Rubén Oyarzún, Rubén Celis, Eduardo Soto Kloss, Ramiro Mendoza y Ángela Cattan, entre otros—, abandonó definitivamente la Universidad de Chile.